
José Joaquín Aracil proyectó en 1961 este conjunto de viviendas en las afueras de Alcoy (Alicante) en el barrio de la “Font Dolça”. A partir de un reducido presupuesto, la ordenación se realiza con cajas de escalera abiertas a fachada mediante una gran cristalera. Los núcleos de comunicaciones verticales dan acceso a dos viviendas por planta.
La fachada se formaliza mediante unas bandas cromáticas de ladrillo blanquecino colocado a tizón alternado con un aplacado con rasilla rojiza en vertical que se remata mediante una visera de hormigón en voladizo.
Esta obra es el antecedente a la que construiría unos años más tarde, entre 1963 y 1965, para la Cooperativa de viviendas Pio XII, conocida como “El Taray” en Segovia junto a los arquitectos Luis Miguel Suárez-Inclán y Antonio Viloria como paradigma de la agrupación en corredor.
Miguel Centellas Soler