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El Caminito del Rey

 

 

A unos 40 kms de Antequera, en la sierra del Valle de Abdalajís, aguas abajo del pantano del Chorro y en los desfiladeros de Gaitanejo y los Gaitanes atravesados por el río Guadalhorce, se construyó en los primeros años del siglo XX una pequeña pasarela para permitir el paso a los trabajadores desde la presa de Guadalhorce hasta la hidroeléctrica El Chorro. Posteriormente fue utilizada por ser el camino más corto para que los niños accediesen al colegio cerca del pantano.

Inicialmente recibió en nombre de Balconcillos de los Gaitanes, pero en memoria de la visita realizada al pantano del Chorro en 1921 por el rey Alfonso XII, en 1953 se cambió en nombre por el de Caminito del Rey.

Cuando el camino dejó de utilizarse entró en un periodo de abandono y natural deterioro por el paso del tiempo. En los años noventa se utilizaba como recorrido turístico y aceleró su deterioro, al que se añadieron actos de vandalismo, hasta llegar a ser peligroso transitar por ella y a principios de este siglo se cerró al público.

Tras unos años inaccesible, el Caminito del Rey ha sido rehabilitado por el arquitecto Luis Machuca Santa-Cruz en una actuación respetuosa e integrada en el paisaje mediante un trazado que se desarrolla unos metros por encima de la pasarela antigua, que ha quedado como un vestigio y resto arqueológico de lo que había sido.

La ejecución de la obra se ha materializado anclando a la roca una estructura metálica ligera sobre la que se apoyan unos tablones de madera. Al final del recorrido, para cruzar la garganta se ha dispuesto un puente colgante con un pavimento de rejilla metálica tipo tramex; esta pasarela pasa completamente desapercibida durante el recorrido al coincidir visualmente con el cruce de la conducción de agua.

Miguel Centellas Soler, 2017

 

Para obtener más información sobre cómo llegar, programar la visita, historia y demás cuestiones, visitad la página oficial.

Y si os gusta la arquitectura del movimiento moderno, deteneos un momento en la presa, un poco antes del Sillón del Rey, para conocer la Capilla – Escuela del Chorro, de Luis de Cossío Blanco.

 

 

 

 

 

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